¿Quién puede llevar lentillas?

Llevar lentillas es una opción accesible para todo aquel que quiera sustituir las tradicionales gafas graduadas. En un principio, todas las personas que padezcan problemas comunes de visión, como miopía, astigmatismo, hipermetropía y presbicia o vista cansada pueden adaptarse a llevar lentes de contacto, sin ningún tipo de problema. 

Más en profundidad, están especialmente indicadas para: 

  • Personas con anisometría, que consiste en una diferencia significativa de graduación de un ojo a otro. 
  • Personas con determinadas deformaciones de la córnea, como con queratocono o con astigmatismo irregular.  
Es común que, para aquellas personas con miopía, se intente controlar su avance con el uso de lentillas rígidas. Esto es debido a la menor distancia de la lente con la córnea y a las propiedades de la misma lente.  



Las lentillas MiSight 1 day son un ejemplo de cómo aportan un avance en la reducción de la progresión de la miopía en niñosEl uso de las lentillas para ejercer una función terapéutica es uno de los principales usos que poseen estas minúsculas lentes. Podemos entender la función que desempeñan las lentes de contacto como si hablásemos de un "vendaje ocular", ya que ayudan a proteger la superficie del ojo dañada para que el párpado no roce. Esto evita el dolor y ayuda a la regeneración de la córnea

Un caso típico de uso terapéutico de lentillas es, por ejemplo, el de las úlceras crónicas de la córnea, ya que ayudan a que la córnea cicatrice. Además, permiten ver la evolución de la úlcera y poder administrar medicamentos a través de la propia lentilla.