Qué tipos de lentillas existen

Las lentillas son unas lentes pequeñas de diferentes materiales que se colocan sobre la capa lagrimal que recubre la córnea. Estas corrigen los errores refractivos del ojo, deformaciones u otros problemas corneales; los más habituales suelen ser miopía, hipermetropía, astigmatismo y vista cansada o presbicia. Además, existen las lentillas cosméticas para cambiar el color de tus ojos.

Entre la amplia gama de lentillas que existen en el mercado, están las lentillas desechables, las semirrígidas, las rígidas, las blandas convencionales y las estéticas.

Lentillas desechables: 


  • Mensuales o quincenales: requieren quitárselas cada día. Tienen que ser renovadas a los 30 ó 15 días de uso, respectivamente. 
  • Semanales de noche: permiten llevarlas sin tener que quitártelas durante 7 días, incluso pudiendo dormir con las lentillas puestas. Es el caso perfecto para niños y ancianos, para que eviten estar manipulando las lentillas todos los días. Los materiales son cada vez más avanzados para permitir esto sin alterar la calidad de la lágrima y de las estructuras oculares. 
  • Diarias: son de un solo uso. Se ponen por la mañana y por la noche se desechan. Este es el caso perfecto de un uso ocasional de la lentilla, como puede ser para una fiesta, para hacer deporte o para jugar con tus hijos. 
Lentillas semirrígidas: se emplean principalmente en el tratamiento del control de la miopía, astigmatismos elevados o cuando el ojo tiene algún tipo de irregularidad. Las lentillas rígidas permeables al gas (RPG) también se llaman “semirrígidas” para poder diferenciarlas de las lentes rígidas (duras). Tanto las lentillas rígidas clásicas como las semirrígidas están fabricadas con un material que se llama polimetilmetacrilato (PMMA), que es un tipo de plástico transparente, siendo las rígidas las que surgieron primero. El principal problema de esas lentillas era que el ojo no recibía la cantidad de oxígeno suficiente. Para solucionar este problema, se crearon las lentillas semirrígidas, que aunque estaban hechas del mismo material incluían además silicona.

La silicona hace que las lentillas sean más flexibles y permitan que el ojo se pueda oxigenar mejor. La principal desventaja de las lentillas semirrígidas es que, debido al material del que están hechas, suelen ser menos duraderas que las lentillas rígidas. Asimismo, y debido a sus componentes, es más fácil que se ensucien y que se les adhiera suciedad y bacterias. Debido a esto, las lentillas semirrígidas suelen necesitar más cuidado e higiene que las rígidas clásicas.

Las lentillas semirrígidas son ideales para aquellas personas que tienen poca producción de lágrimas. Esto se debe a que al no tener agua entre sus componentes y no absorber agua, no resecan el ojo. Además, con las lentillas semirrígidas la probabilidad de que aparezca conjuntivitis es también mucho menor.


Lentillas rígidas: las lentillas rígidas engloban a las lentes de contacto duras y a las rígidas permeables a los gases, más conocidas como semirrígidas, porosas o permeables. Pueden compensar miopías, hipermetropías o astigmatismo corneal. La diferencia entre una lentilla rígida frente a una permeable, es el paso de oxígeno entre la lente y el ojo. En una permeable es mucho mayor que en una rígida, aunque en graduaciones positivas casi no se nota la diferencia.
 
Lentillas convencionales: son las lentillas que tienen una duración media de entre un año y un año y medio. Dependiendo de factores como el uso, la lágrima y el cuidado de cada persona.

Lentillas cosméticas: también se conocen como lentillas de colores, y son unas lentes de contacto blandas que cambian el color del iris. Pueden ser neutras o con graduación, desechables o convencionales. Los colores de las lentes de contacto varían según los fabricantes.